El 5
de septiembre, en plenas Fiestas patronales de mi localidad, Barbastro, acudí a
Jerez de la Frontera (Cádiz) para participar en el Gran Premio HANDBIKE SKODA
JEREZ.
La temporada la di por terminada
tras la participación en la Copa del Mundo de Elzach (Alemania) pero todavía
quedaba algo de gas en las venas así que bajé a Jerez con la ilusión de hacer
un buen papel.
La
lesión medular tiene muchos riesgos y uno de los más frecuentes son las
infecciones de orina. 20 días antes de acudir a Jerez, comencé con los antibióticos
para eliminar los bichitos, no fue suficiente con una tanda y tuve que tomar
dos, acabando el tratamiento poco antes de la prueba. El gas de las venas
estaba pero la fuerza de los músculos no.
En
Jerez se reunió una representación internacional de handbikers importante, el
nivel de la prueba subió y estar con los mejores se me atojaba complicado.
Me
situé bien en la línea de salida, arranqué con fuerza pero en los primeros
repechos el fuelle comenzó a fallar, los brazos no daban más y observé como los
mejores se me escapaban.
Me situé lejos de la cabeza, en un tercer grupo
perseguidor formado por 5 handbikers. Debíamos dar 10 vueltas al circuito de
velocidad de Jerez, unos 45 kilómetros. Estaba cómodo en el grupo, los relevos fueron
constante entre casi todos los miembros, rodábamos a gran velocidad y
disfrutaba del momento.
Planté el momento para atacar, debía cambiar de ritmo y no esperar al
sprint. La última vuelta sería un buen momento, a 4,5 kilómetros del final.
Tras pasar por la meta, me situé en cabeza e hice una cambio de ritmo fuerte en
pleno repecho, rápidamente abrí un hueco grande. Controlaba por el retrovisor a
los rivales. Las distancias iban incrementando. Faltaban 2 kilómetros y los
veía a más de 300 metros. Me sentía ganador del grupo.
Apretaba los dientes
para llegar pero los brazos comenzaban a flaquear. Faltaba 1 kilómetro y los
tenía cerca. “No puede ser, vamos, vamos, dale, dale” me decía. Justo antes de
hacer la última curva de meta, a 350 metros del final, un rival me adelantó. Mi
plan había fracasado. Intenté disputar el sprint pero otro compañero me
adelantó poco antes de cruzar la meta.
La
carrera me volvió a enseñar, a seguir aprendiendo. “Si no estas para muchos
cohetes, no ataques desde tan lejos”. Disfrute de la prueba, colaboré con el
grupo en los relevos y lo intenté a pesar de no estar en las mejores
condiciones.
En la clasificación final aparezco con 1 vuelta perdida respecto a
los ganadores y lejos de mi grupo, la razón es debida a la perdida del chip en las
últimas vueltas, no se computó mi tiempo real. Terminamos a escasos 20
segundos del 2 grupo y a más de 5 minutos de los ganadores.
Sin
duda correr en el Circuito de Velocidad de Jerez es un autentico placer,
magnífico asfalto y trazado que permite sacar medias de velocidad
espectaculares, sin necesidad de tocar el freno en toda la carrera así que os
animo a acudir en próximas ediciones.
“Chapeau”
a la organización que nos aloja en un hotel estupendo y nos agasaja con regalos.
Os dejo con la última foto, los miembros del equipo Team Quickie Sopur España. Si puedo, volveré. Gracias.
Bien , también tiene que haber días de disfrute.
ResponderEliminarPor aquí tambien finalizando la temporada.
Recuerdos desde Bruselas.